La berenjena puede dar mucho juego y este plato lo demuestra. Incluye varias elaboraciones, pero el resultado vale la pena. Además, aprenderás a preparar unas deliciosas albóndigas con carne y parmesano que seguro que no dejan a nadie indiferente. ¿Te atreves con la receta? ¡Pues a cocinar!
2 berenjenas medianas
1 cebolla pequeña
125 gr. de tomate frito
140 gr. de carne picada mixta
½ rebanada de pan de molde
1 cs. de leche
½ diente de ajo pequeño picado
1 cs. de parmesano rallado y un poco más para espolvorear
1 yema de huevo batida
Harina de trigo
400 gr. de crème fraîche
Sal
Aceite de oliva
Albahaca fresca
Lava las berenjenas, sécalas bien y córtalas longitudinalmente. Practica unos cortes en la carne: marca un margen de 1 dedo de grosor y unos cortes en forma de rombo en el interior. Sazónalas con sal y pimienta negra recién molida, vierte un chorrito de aceite de oliva y ásalas en el horno precalentado a 200º unos 15’ o hasta que estén hechas (comprueba con un palillo).
Retíralas del horno y extrae la carne con la ayuda de una cuchara. Pica el interior de las berenjenas y reserva.
Mientras se asan las berenjenas, prepara las albóndigas: mezcla la carne picada con la miga de pan empapada en leche, el huevo, el ajo, el parmesano y una pizca de sal. Amasa bien, forma bolas de unos 35 gr., enharínalas ligeramente y dóralas en aceite de oliva. Retira y reserva sobre papel absorbente.
En el mismo aceite de las albóndigas (retira si hay un exceso), sofríe la cebolla cortada en brunoise hasta que esté ligeramente caramelizada. Añade la carne de berenjena picada y el tomate frito. Prosigue el sofrito unos minutos hasta integrar bien todos los ingredientes. Prueba y corrige de sazón.
Pon un poco de crème fraîche en la base de 4 cazuelitas. Rellena cada mitad de las berenjenas con el sofrito y coloca 2 albóndigas. Cubre con más crème fraîche y espolvorea un poco de queso parmesano rallado. Gratina las berenjenas hasta que el queso esté dorado. Sirve con albahaca fresca.
